Aquí ando dándole vueltas al tema de la competencia lectora en la clase. De hecho, estoy leyendo un montón de aportaciones interesantes de mis compañeros de curso, amén de la lectura del capítulo La comprensión lectora en Profesor en Acción 3, que también es de gran utilidad. La cuestión es que se me ha ocurrido preguntarme para qué trabajarla en clase en mi caso particular. (Esto me traumatiza un poco porque a mí me encanta leer, es una pasión y una compulsión pero es una actividad que no suele abundar en mis clases, al menos no como yo la entiendo. Además, tengo muy en cuenta el tipo de alumno que tengo en clase). Creo que la razón, como dije ayer, es el perfil de mis alumnos o quizá sea mi propia visión de lo que significa la comprensión lectora: llevar un texto a clase para que lo lean y realizar una serie de preguntas para averiguar si han comprendido para después plantear un debate o la escritura de un texto a imagen y semejanza del que han leído. Hmmmmm. Estoy pensando en un texto que llevé a clase el otro día, trataba sobre el clima en España. Mi pretensión era trabajar el vocabulario relacionado con el tiempo, no tenía como objetivo que mis alumnos hicieran una comprensión lectora. Evidentemente, necesitaban comprender el texto pero no era ese mi objetivo último. Mi sensación es que los alumnos no creen necesitar esto o, quizá, piensan que si saben español pueden leer cualquier texto. Evidentemente, esto no es así porque vienen muchas veces a clase con cartas que les envía el ayuntamiento con información sobre el pueblo o la propaganda institucional o las campañas que hacen los ministerios o las instituciones correspondientes (he visto desfilar por clase folletos del carné por puntos, boletines de notas, cartas donde se avisa de la concesión de los permisos de obras, avisos de grúas, multas de tráfico... Pero, claro, para trabajar con estos textos tendrían que tener un nivel más bien avanzado y no es el caso. Como ya he dicho muchas veces, mis alumnos están encuadrados en un nivel A1/A2, muy pocas veces he tenido oportunidad de trabajar con niveles intermedios o superiores. Por eso, muchas veces veo mis posibilidades limitadas :-)) . También es posible que en todo este tiempo yo haya elaborado una conclusión falsa: a mis alumnos no les interesa trabajar la lectura en clase, sobre todo, si lo que tienen en la cabeza es la lectura de un libro. En alguna ocasión, ha venido algún alumno pidiéndome que le recomendara algún libro sencillo para leer con el fin de mejorar su español (imagino que querían ampliar vocabulario y recibir retroalimentación ) pero han sido los menos. Generalmente les recomendaba lecturas graduadas porque por muy fácil que sea un libro para mí, siempre va a ofrecer cierta complejidad para ellos. (Esto me lleva a recordar que algunos intentan leer libros para niños) . ¡¡¡Ah!!! Ahora recuerdo que alguno de mis alumnos se atreve a leer el periódico con el fin de ver qué comprende. Ahora me viene a la cabeza lo que siempre me decían los profesores en el colegio: Hay que leer porque cuánto más leas, mejor ortografía tendrás, mejorarás tu vocabulario y más experiencias del mundo conocerás. En resumen, tengo que replantearme las cosas y verlas con otros ojos :-). Sigo pensando...
Aquí ando pensando en la competencia lectora...
miércoles, 7 de febrero de 2007Publicado por Mª Isabel González Martínez en 10:56
Etiquetas: formación docente, reflexión docente