Esta vez he tenido mejores sensaciones en la clase con los niños y estoy más animada. ¿Qué me encontré? Dos niños de 8 y 11 años, ingleses, muy predispuestos a hacer cosas :-) y a participar en la clase. Ambos son hermanos y van a un colegio donde todos sus compañeros son españoles por tanto, a nivel comunicativo oral están muy bien porque comprenden todo lo que se les dice y contestan correctamente, cosas que han conseguido en este trimestre que es el tiempo que llevan viviendo aquí. Como todos sus compañeros son españoles no les queda otro remedio que comunicarse con ellos en español, aunque parece que sus compañeros algo de inglés saben y también lo utilizan. Esto contrasta con la situación de otros niños a los que tuve la oportunidad de dar clase en la vega baja. En este caso los niños, también de nacionalidad inglesa y de la misma edad, a pesar de vivir mucho más tiempo aquí, no habían evolucionado tanto en la adquisición de la segunda lengua, o al menos, esa era la sensación que daban. Quizá, la razón para ello sea que tenían muchos compañeros y amigos de su misma nacionalidad por lo que estaban continuamente hablando en su idioma materno, de modo que no había necesidad de utilizar otra lengua. Por esta razón, los niños consideraban que no les hacía falta aprender español dado que todo su entorno era inglés y que en el único sitio donde necesitaban el español era en clase.
Otras observaciones que pude hacer son que en lo referente a la lectura en voz alta, comenten errores porque tienden a leer las palabras como lo harían en inglés. Por tanto, quizá deba trabajar sobre eso y ayudarlos a que lean mejor para mejorar su pronunciación y comprensión.
Les propuse un ejercicio con unas tarjetas con verbos. Se trataba de elegir una carta de la baraja y hacer una frase con el verbo que saliese -estas tarjetas tienen un dibujo que acompaña al verbo- y ahí descubrí que no tienen adquirido el mecanismo de conjugación verbal desde el punto de vista explícito. (Lo cierto es que esto de enseñar niños no tiene nada que ver con enseñar adultos, el método es absolutamente diferente y tengo que obligarme a cambiar el esquema mental de lo que es el funcionamiento de la clase por el bien de todos :-))
Estoy pensando que, quizá, la mejor manera de ayudarles es trabajar con ellos los deberes que tengan de clase, ayudándoles a comprender textos, trabajando el vocabulario de las diferentes asignaturas que tengan. A lo mejor, se trata de trabajar las destrezas de lectura y escritura que son las que priman en el ámbito académico. (Esto es totalmente diferente a la propuesta de trabajo que tengo para los adultos, que está basada en la producción y comprensión oral). Porque, entre otras cosas, ellos mismos me han dicho que donde más problemas tienen es en clase dado que no entienden las materias.
Última nota: los padres, a los que también doy clases, me han comentado que sus hijos les corrigen la pronunciación. (Yo les explique que, por lo general, los niños aprenden a pronunciar muy bien y tienen más problemas para adquirir conceptos gramaticales mientras que en el caso de los adultos es al contrario).
Impresiones de la clase con los niños.
jueves, 11 de enero de 2007Publicado por Mª Isabel González Martínez en 16:16
Etiquetas: clases niños