Encarando los últimos días de clase...

Ya sólo me quedan unos días para terminar el curso que estoy dando. Estoy pensando que para cerrarlo voy a proponer a mis alumnos un concurso, a modo de repaso. Eso sí, lo novedoso -que no tiene nada de novedoso- es que ellos elaboren las preguntas para sus compañeros. Así, el repaso es doble. Asimismo, debería pensar en elaborar un cuestionario para averiguar qué les ha gustado, qué no, qué hay que cambiar, qué puedo seguir haciendo, etc.

Volviendo al concurso, he pensado en dividir la clase en cuatro grupos y que cada uno de ellos elabore preguntas sobre vocabulario (en versión: elige la definición correcta, explica a tus compañeros, pictionary), gramática (en versión ejercicio de rellenar huecos o algo así) y ¿qué sabes de España? En el caso de esta última tengo algo de duda. Me he planteado que cada grupo elabore unas 10 preguntas (4 de vocabulario, 4 de gramática y 2 sobre España). Por supuesto, les daría las directrices oportunas para ir elaborando las preguntas y yo iría corrigiendo hasta que tuviésemos las preguntas y las respuestas finales. He pensado introducir esta dinámica porque me parece una forma de repasar sin que parezca que están repasando.

¡Ah! Muy importante, tengo que pensar en un premio apetecible por mis alumnos: ¿una botella de vino? hummm, es una opción.

Una vez terminado el curso, tengo que hacer un balance; aunque son tantas cosas sobre las que hacer balance... Son tantas cosas las que tengo la sensación de haber aprendido en este medio año... Es increíble. Esto del balance siempre me lo propongo y lo hago, pero al final siempre tengo la sensación de que me quedo corta o de que me hago una serie de propuestas que no termino de cumplir, siempre surge algo más. Aunque, pensándolo bien, claro que siempre surge algo más -es normal-, estoy al principio del camino y me encuentro con muchas cosas que entender, estudiar, mejorar, etc. Por supuesto, tengo qué pensar qué hacer después...